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Mi Capricho

ABUELA MARÍA (Cueto)

Nombre: Asador – Restaurante Abuela María

Dirección: Calle Bellavista 28 – 39.012 Santander (Cueto)

Teléfono: +34 942393161

Web:  

Día: 7 de julio de 2012

Motivo: reunión de amiguetes.

Número de Personas: 6

Capacidad: 100

Servicio: 1,00 Comida: 4,50 Nota media: 2,75

Precio Total: 134,30 € IVA INC Por Persona: 22,38 €

Comentario: Deplorable, infame, vergonzoso, ignominioso. Esta es mi buena acción de mes, un aviso al público.

A ver, se supone que vamos a un asador de los de toda la vida, con su cierto renombre, de una calidad media decente. Y nos encontramos con esto, que justifica el uso de la hoguera en el s.XXI.

Para aparcar, mal. Pero eso ya se sabe, estás en la mitad de Cueto, todo callejuelas, y casitas unifamiliares. Ajo y agua. Y además, mucho autobús municipal no hay (y menos a las 10 de la noche).

El local se reparte en dos estancias, el comedor, que es lo primero que te encuentras, y la cocina/bar al fondo. La particularidad es que el suelo esta inclinado, y según ta toque la mesa (que tienen una disposición no muy uniforme) puede serte un poco incómodo.

La comida, de primero para compartir, pedimos un surtido “de la abuela” dícese, mezcla de embutidos, fritangas y delicatesen varios. Primero, insuficiente para 6, pese a la recomendación del camarero. Segundo la fritanga era de congelado y además rehecha. Lo de grasienta se le supone como el valor en la Legión.

De segundo unas sartenes de foie, gulas, y solomillo… y tres solomillos, dos “a la abuela” y uno a la brasa sin más.

Las sartenes, pues eso, huevos fritos, patatas fritas, y en su caso foie (recocido), gulas (de sobre) y solomillo (cocido parecía). Algo quedo en los platos, no hay más que decir.

Los solomillos “a la abuela” resultaron ser lo mejor, con su pan por debajo, su cacho solomillo bien puesto (demasiado hecho según mi estándar) y el foie encima. Según los dos afortunados la cosa no estuvo mal.

El solomillo a la brasa… yo había pedido uno como los anteriores, pero después de 10 minutos esperando, llegue a la conclusión de que no habían cogido el pedido y no quería esperar mucho más. Creo que se diferenciar entre un solomillo poco hecho y una chuleta mal cortada y demasiado hecha, ellos igual no. Me lo comí, cabreado como una mona… por no joderle la noche al que se tomó la molestia de reunirnos y reservar.

Postres, unos helados de Cami, o marca similar, un trabajo artesano y bien hecho!

Para beber, Peñascal y sangría… mi hígado todavía me odia.

Cafés, copa y chupitos. Sólo voy a decir que mi chupito de orujo con miel (porque seguro que si lo pido blanco estoy todavía en la UVI)  se quedo a medias. Si ese orujo ha visto la miel yo soy una monja de clausura.

Servicio: mal recomendado de platos (entrante) se deja un comensal sin servir, le sirven a uno lo que no es con cara de convencidos (sigo distinguiendo chuleta guarra de solomillo), tardan eones en cobrarnos avisándoles 3 veces (25 minutos, con el sitio a medio llenar) y además casi ni nos devuelven la cuenta (hasta 150 €, hace una buena propina)… la definición mejor es que son una panda de tuercebotas, abrazafarolas, meapilas, inútiles, estafadores y asesinos de solomillos del tres al cuarto.

Conclusión: si apreciáis vuestra salud, vuestra economía y dignidad no paséis por ese sitio, es infame en el mejor de los casos.No pongo ni foto!

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