Blogia
Mi Capricho

LA CHOPERA (Cardoso)

Nombre: Restaurante – Parrilla La Chopera

Dirección: Ctra AS-263 s/n – 33.593 Cardoso (Asturias)

Teléfono: +34 985.407.597

Web:

Día: 08 de diciembre de 2011

Motivo: comilona de amigotes.

Número de Personas: 7

Capacidad: 90

Servicio: 4,00 Comida: 5,40 Nota media: 4,65

Precio Total: 224,00 € IVA INC Por Persona: 32,00 €

Comentario: Uno de esos restaurantes que cuándo miras las páginas web buscando donde comer cerca de Llanes, uno de esos a los cuales me llevaron mis primos (que se pasan más tiempo por ahí, que en Madrid)…

Para llegar, el google maps no vale, el Tom Tom, tampoco… y mira que no es difícil, ni se esconde (el cartel azul hace mucho en pro de la visibilidad), de hecho esta al borde de la carretera, pero más te vale estar atento porque te lo pasas.

El concepto aparcar es una utopía. Tienes que dejar el coche mal aparcado por las cercanías. Aparentemente los picoletos no hacen muchas pasadas por la zona.

En cuanto al local, tiene tres zonas claramente identificadas, la terraza con dos comedores abiertos pero cubiertos, el bar, y el comedor interior. Las mesas de madera corridas, con bancos corridos, en plan rústico total. Las paredes con piedra en la zona baja, colores cálidos en la pintura, madera por doquier (la barra, la estructura, todo) todo ello resalta el ambiente de pueblo de toda la vida. La parrilla a la entrada del bar, con un expositor donde hay un montón de chuletones y “cochinadas” similares… incitando a comer.

Los baños son limpios, lo cual ayuda a tener una buena impresión.

Pues en ese contexto nos apuntamos un chofer de catering, un maniático de las telecomunicaciones, cuatro médicos (a ver si no nos va a dar un cólico y no tenemos medios de supervivencia suficientes) y mi ilustre persona.

Pedimos material para el vermú, léase, una caña, unos vermús de solera, coca cola light (ya sé que esa palabra en este blog está prohibida, pero bueno…) y un mosto. Lo normal, corriente.

Pasamos a la mesa, donde hay un cierto guirigay a la hora de decidirse, lo único claro fue la sidra (finalmente un par de botellas), y un poco de agua (los hay que teníamos que conducir).

Finalmente optamos por unos pimientos con anchoas, ensalada mixta, gambas al ajillo y revuelto de setas para compartir. Los pimientos de bote (vale de cristal), las anchoas pues bien, correctas, así que rico cuando tienes hambre pero desde luego para gastrónomos no es. La ensalada era una ensalada, sí señor, con un poco de todo y un bonito muy rico. Las gambas ricas con su toque de ajo bien ajustado, pero la verdad una ración escasa (sobre todo para siete). Y el revuelto, pues un poco insípido, pero la cantidad es más o menos decente.

Segundo plato, una de costillas, una de churrasco, y cuatro chuletones (uno de ellos compartido). Las costillas realmente tenían un buen aspecto, bien hechas de hecho un poco secas, una ración digna de ese nombre, y según comensal de buen comer, hasta ¡ricas! El churrasco lo mismo. Los chuletones, pues se ve en la foto, que queréis que os diga. Pues rico la verdad, lo mejor de la comida, mantequilla (y eso que el chuchillo no ayudaba), al punto de sal, y el acompaño (léase, patatas y pimientos asados a porrillo) a la altura.

Pasamos a los postres… para llorar, y lo malo es que en principio no íbamos a pedir de esas porquerías. Mus de avellana (que tenía aspecto de cualquier cosa menos de mus), tarta de queso densa en el mejor de los casos pero de sabor suave, un café escocés que se transformo en un irlandés por arte de magia y otra cosa, arroz con leche creo. Nada memorable, es más, destrozó el buen regusto de la carne.

Para beber… sidra. Pues eso, sidra del país, poco ácida (lo cual es bueno para las tripas), pero nada digno de ser descrito, y menos con un par de botellas nada más.

El servicio, pues, tristón, en ciertos momentos nos sentimos abandonados a nuestro destino. Vale que había gente, pero un poco de atención a lo que te dicen los clientes no está de más, y menos cuando se te supone un profesional del tema.

Conclusión: un buen sitio en mis recuerdos, cuando fui con Nieves, Camino y Carlos. Una decepción (exceptuando la cerne) con los otros. A mí, la verdad es que no me merece la pena hacer 120 km para comer ahí. En cualquier caso, podríamos decir, por ser majetes, que irregular.

1 comentario

Pep90 -

Pues a mi no me gustó nada. Un servicio horrible de un señor de buenas palabras que atiende el solo a quince mesas para traerte su propio menú del día más de una hora después. La calidad de la comida baja para lo que es Asturias. Debe valorar mucho sus palabras pero el tiempo de los clientes y el servicio que les da muy poco.