LOS TEMPLARIOS (Villalcazar de Sirga - Palencia)
Nombre: Mesón Los Templarios
Dirección: Plaza Mayor, s/n Villalcazar de Sirga, 34449 - Palencia
Telefono: +34 979 888 022 +34 979 880 058 +34 979 888 089
Web:
Día: 24 de Marzo de 2008
Motivo: Reunión amigos.
Número de Personas: 5
Capacidad: 100 Personas
Servicio: 6,60, Comida: 7,85, Nota media: 7,22
Precio Total: 182,00 € IVA INC. Precio por Persona: 36,40 € IVA INC
En medio de la ruta del interior a Santiago de Compostela, en la provincia de Palencia esta este pequeño pueblo, Villalcazar de Sirga, que tiene una iglesia gótica, Santa María la Blanca, preciosa. Y al lado, justo al lado... el Mesón Los Templarios. ¡Un templo gastronómico! Bueno, entras en un edificio de piedra, con un interior amplio, una sala única, con tres plataformas, llenas de mesas. Unas más grandes, otras más pequeñas, todo en plan rústico, y bien cuidado. Nos atienden amablemente, y razonablemente rápido ya que esta lleno de camareros. Se nota que están acostumbrados a dar de comer a recuas de turistas y peregrinos varios. Nos pasan la carta, con comida típica de la zona, pero nos decantamos por el "Menú del peregrino" o "Menú antigua usanza"... La catástrofe. El camarero nos explica de qué va el tema, para que seamos conscientes del jardín donde nos metemos. Le decimos que si, que sin problema. Por cierto, nota importante. ES IMPRESCINDIBLE RESERVAR EL MENU. A nosotros nos lo dieron después de consultar en cocina, y creo que por que no había mucha gente y se lo podían permitir. El menú tiene como particularidades que en vez de platos, se emplea medias de hogaza de pan, y que no hay cubiertos, se come con las manos. Eso si, con una generosa provisión de servilletas. Y otra cosa, no hay límite, es a discreción, se puede repetir de todo. Empezamos con cecina, jamón, queso y tortillas de patata. La cecina estupenda, el jamón convencional, el queso semicurado y la tortilla (casera) jugosa. Cantidades dignas, bien... y como se puede repetir, llegando a atroces. Para bajarlo un clarete estupendo, fresco y servido en jarra de barro, y en vasos de barro. Luego, chorizo, morcilla y carne de cocido... te tiene que gustar, por que el sabor de todo esto es bastante fuerte, a mi me parecieron estupendos los distintos platos. Seguimos dando candela al clarete, sin tregua. Para hacer un pequeño alto, y separar sabores, en vez del tradicional sorbete de los restaurante pijos... ¡SOPA CASTELLANA! Con estilo, bien de ajo, su pan, su huevo, su jamoncito. Pá chuparse los dedos, y además, en el sentido literal. Y le seguimos castigando al clarete. Tengo que decir, que mientras nosotros nos dedicamos al "saqueo" gastronómico, en otra mesa, donde eran tropecientos, el mismo menú era servido con fanfarrias y música (quizás por eso lo de reservarlo), todo un espectáculo, sobre todo con los comensales cocidos como peonzas haciendo de las suyas, realmente genial la estampa. Y posteriormente, lechazo, mucho lechazo... más lechazo, remojado como siempre con clarete fresquito, y acompañado de lechuga sazonada únicamente con aceite y sal. El lechazo estaba rico, tierno, jugoso. No es el mejor que he probado, pero era digno. El único problema es que la fuente era grande, y claro, al final se enfrían los pedazos, pero al final pudimos con todo. Ahora la parte dietética, fruta, natural, fresca, y en enormes cantidades. Café y queimada para rebajar la comida. La queimada fue totalmente terminada, finiquitada y absorbida. Cuando conseguimos salir del local, unas dos horas después de entrar, parecíamos toneles con patas y ojos vidriosos. Como resumen: Un sitio majo al que ir, por lo peculiar del entorno y como esta montado, por una comida con una relación calidad/precio muy digna... eso si, siempre que vengas con hambre, y sin desayunar. Además, cerca hay un montón de monumentos que visitar, lo cual es una excusa estupenda.
2 comentarios
Pepillo -
Te hacen un teatro que no llega a los 20 euros y te cobran 40.
Suena a los años del turismo donde te clavaban habitualmente.
No lo recomiendo bajo ningún concepto.
MANUEL -