Blogia
Mi Capricho

CHEZ LULU (Avignon - Francia)

Nombre: Chez Lulu

Dirección: 6 Place des Châtaignes -  84.000 Avignon

Teléfono: +33 (0) 490 85 69 44

Web: www.chezlulu-avignon.com

Día: 20 de marzo de 2011

Motivo: reposar el turismo.

Número de Personas: 1

Capacidad: 16

Servicio: 5,90 Comida: 6,10 Nota media: 6,00

Precio Total: 36,00 € IVA INC Por Persona: 36,00 €

Comentario:

Después de pulular un buen rato por la espectacular cuidad de Avignon, conocida por ser sede papal durante una buena temporada, y por tanto de los restos arquitectónicos medievales que dejaron los señores esos con nombres como Benedicto, Inocencio o Urbano, decidí que tenía que reponer fuerzas…

Este garito esta detrás de una bonita iglesia, cerca de una plaza medio recóndita, y llama más bien poco la atención, de hecho parece más un café que un restaurante. El concepto aparcar cerca es una utopia, se recomienda encarecidamente eso de ir a pata (que además es una excusa estupenda para saquear la despensa de los restaurantes).

El local es pequeño, coqueto, de colores neutros y tranquilos, la barra al fondo, los baños arriba (una escalera un pelín pindia), entre retro y moderno, música negra de los 60 para dar ambiente (quizás un poco alta, se nota demasiado), con mesas de Ikea.

La atención es correcta, están razonablemente atentos, y controlan lo que hacen, pero intentan venderte siempre lo más caro de la carta, en vez de intentar el compromiso calidad/precio. También hay que decir que salen a fuera a leerse el periódico, lo cual no deja de ser paradójico. También esta el hecho de que me quisieron cobrar una botella entera en vez de la copa que me tome… 20 euritos del ala de diferencia.

El vino, esta vez vamos a empezar por aquí, una copa (a 5 €/ud.) de la denominación Crozes-Hermitage AOC, de 2009, no me acuerdo del nombre, como siempre un “Domaine de…”. Untuoso, sabroso y con taninos, no mata el sabor de los que acompaña, da matices. Bueno para darle a la carne, pero tampoco me pareció especialmente espectacular.

Te dan un “mise en bouche”, que es un potingue a base de aceituna negra condimentada y triturada, que estaba rico y con la idea de uq e te pulas el vaso de vino como quién no quiere la cosa.

Primer plato: “parfait de foies de volaille à notre façon, toast et mesclun”. O sea, en cristiano, una mezcla de foies de aves de corral (más bien poco densa), con algo de ensalada al lado, y pan recién tostado. Yo que soy un amante de foie me parece que es un poco pobre el invento, pero hay que reconocerle que es resultón. La cantidad es buena, y ayuda a compensar que no es foie de verdad.

Segundo plato: “Magret de canard, jus de viande au combava, et purée de patates douces”. Para tarugos como yo, pechuga de pato con salsa de carne y combava (que es una fruta rara de esas que viene del sudeste asiático), y puré de patatas. Pues mira tu que el invento estaba bueno, el magret más bien escaso, pero justo en su punto (que es difícil de conseguir), la salsa densa y con sabor acompañando bien al plato, y el puré… rico, rebajando el sabor de la patata con zanahoria. La verdad es que estaba conseguido.

Postre: “Blanc manger au safran, mandarine pochée et caramel au Gran-Marnier”. Todo un postre… una mus compacta de yogur y azafrán (se le supone) y mandarina caramelizada. Estupendo de aspecto, de sabor, me quedo con la mandarina es que lo que vale del plato.

Conclusión: esta rico (sin salirse), esta bien (menos cuando intentan meterte una botella en vez de una copa), pero desde luego no vale lo que se paga. También hay que decir, que estás en plena zona turística y eso cuenta a la hora de la factura.

0 comentarios