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Mi Capricho

LE COQ D´OR (Jonzac)

Nombre: Restaurant le Coq d´Or

Dirección: 18 Pl. du Chateau – 17500 Jonzac

Teléfono: +33 546480006

Web: http://lhub.free.fr/LeCoqdOr/LeCoqDor.html

Día: 17 de noviembre de 2013

Motivo: reunión de amiguetes.

Número de Personas: 2                   

Capacidad: unas 70 personas

Servicio: 4,00 Comida: 5,25 Nota media: 4,625

Precio Total: 128,20 € IVA INC Por Persona: 64,10 €

Comentario: Bueno… lo primero (sin ganas de ofender) es decir que los franceses que escriben en la página de viamichelin para dar su punto de vista son una panda de inútiles sin ningún paladar y/o sentido de la crítica con respecto a lo que pagan. Porqué, joder (perdón por la castiza expresión) hacerse 60 km para esto, gracias a una supuesta página de referencia es para pegarse un tiro….

El aparcamiento… en pleno centro de una ciudad pequeña, junto a un casco antiguo, es en el mejor de los casos complejo y/o caro por la zona azul (excepto si es domingo, como era este caso, que los franceses no salen de casa). Eso sí, el escenario es muy bonito, de verdad.

Local… entras en un bistró del país, con una zona posterior empleada como restaurante de alta alcurnia. El retrete (o servicio) no lo encontré, supongamos que limpio (el local en general estaba en condiciones higiénicas aceptables para la media europea). El comedor, desaprovechado, podría dar mucho más de sí, teniendo en cuenta el potencial arquitectónico. Sobran mesas (pequeñas, por cierto) falta privacidad, la chimenea está apagada (y hoy que hacía pelete hubiese sido un puntazo), muebles de IKEA, y luz a medio camino entre romántica y no puedo pagar la factura. Creo que el espacio vital del comensal es básico para el triunfo de un sitio, y siendo dos, nos faltaba, mesa para el servicio que nos daban… empezamos mal.

El servicio… malo, pero malo, malo, malo! Joder! Con lo que me van a cobrar podrían esmerarse un poco, no?. Menos mal que eran amables por lo menos. No tenían control sobre el tempo de servicio (no habíamos terminado el aperitivo y ya teníamos el primer plato en la mesa), te sirven mal el vino en vasos que no son dignos ni de calimocho (o kalimotxo para los vascos y vascas), no presentan nada, ni preguntan si todo va bien… eso sí, cuando vas al cognac te dice que lo que pides es caro (un detalle para los pobres que han escatimado antes en el menú).

El condumio, optamos por un menú de 30 € cada uno (formula muy extendida en Francia), un primero, un segundo y postre…

Primeros: carpaccio de buey y mil hojas de queso fresco de cabra. Lo primero es un plato descongelado, al que le han puesto ensalada al lado un 6º de limón y ensalada de rúcula y escarola. El segundo es un pastucio de queso fresco de cabra en capas con pepino haciendo el trabajo de las mil hojas, bañados en pesto… Fresquete y en verano resultón (aunque vasto) pero en invierno me esperaba otra cosa más trabajada, ya que el pesto enmascara el esto de sabores.

Segundos: costillas de cordero lechal y magret… lo primero, eran costillas altas, mucha carne, muy hechas para mi gusto, lo segundo era un magret sacado de un pobre animal que no llegaba al mínimo de edad para matanza, pero con una salsilla de melocotón resultona. En los dos casos lo mejor era el acompañamiento, un “tartín” de patata. Creo que no necesito escribir más.

Postre: dos raciones de queso… como decía mi compañero de tribulaciones gastronómicas, se podían haber estirado y en vez de dos porciones de tres variedades distintas, podían haber puesto una de seis… sobre todo teniendo en cuenta el tamaño y el tipo de queso (sacado el carefour más cercano).

Vino: Château du Glana 2008, de la D.O Saint –Julien, un vino fino y elegante de medio cuerpo, fácil de beber, y que demuestra su personalidad al final (14º del país, no son para nada difíciles de encontrar en el paladar). Equilibrado y que da lo mejor de sí a la hora de estar abierto. Problema, lo sirven sin decantar (lo que hubiese hecho ganar al vino) y nos ponen vasos indignos del caldo, con lo que la buena sensación se diluye un poco (bastante).

Cognac: a ver uno de 30 años tiene que dar de sí, encima en la región, pero servido en un vasito (que no copa) que no le permite desarrollar su potencial es un crimen abyecto.

Conclusión: un sitio que podía ser muy bueno, lo han convertido en un sitio de menús de medio día. Lo cual es una opción, pero entonces no cobres no que no vale, y no lo anuncies como un estrellado Michelin (tranquilos, no tiene semejante insignia). Una decepción.            

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