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Mi Capricho

Madrid

EL BOLICHE (Madrid)

Nombre: Restaurante El Boliche Bacán

Dirección: Calle Diego de León, 56  - 28.006 Madrid

Teléfono: +34 914 013 100

Web: www.restauranteboliche.com

Día: 18 de abril de 2010

Motivo: Comilona de amigos.

Número de Personas: 2

Capacidad: 70

Servicio: 5,75 Comida: 6,20 Nota media: 6,02

Precio Total: 66,93 € IVA INC Por Persona: 33,465 €

Comentario:

Bueno, comida de domingo post fiesta (premeditada, con alevosía y nocturnidad) por lo que buscamos un sitio donde dar reposos a nuestros maltrechos estómagos (los cubatas suelen tener efectos adversos no sólo para la cabeza). Fiándome de mi prima “Pizca”, y su conocimiento de lugares donde comer carne en condiciones optamos por este (era un experimento por que nunca había ido a él, pero se le presupone buen gusto, como el valor en la mili).

Lo primero es llegar, hay metro más o menos cerca, pero como no puede ser de otra forma, vamos en coche, que dejamos en el aparcamiento que hay justo enfrente después de dar unas cuantas vueltas… El coste no esta incluido en el precio de la comida, pero es un factor a tener en cuenta en la ex capital imperial.

Entramos, yo colgado de una morenaza de ojos azules, y por una vez que puedo fardar, el garito esta vacío. Había otra mesa, y la verdad es que mucho caso no nos hicieron.

El local esta en dos plantas, una de ellas sótano, donde por cierto están los servicios (limpios ellos, aunque algún desgraciado los ha “decorado” a su incívica manera), todo en plan gaucho, mucha madera, muebles “robustos”, y con una pecera llena de marisco en la entrada. Esto me llamó la atención, por que yo venía a un argentino, y se supone que un va a comer carne, pero bueno, tampoco quedaba mal. La verdad es que si te lees la carta, ves que tienen mariscos a la brasa y tal… pero uno va a lo que va, a comer cachos de cuadrúpedo.

Una cosa que me sorprende es el poco espacio para los comensales en la planta de arriba, un poco estrecho para mi gusto.

El servicio: argentinas de no se… ¿Bielorusia?, apañadas eso si (no eran profesionales de gran nivel pero sabían lo que era un restaurante), y de lo menos atento que he visto en mucho tiempo. No nos vamos sin pagar por que somos gente de bien mi prima y yo.

La comida, empezamos por una ensalada “Galleguiña”, que estaba bien, pero que no era nada del otro mundo, una cantidad correcta para compartir, y de fácil aliño. El único pero importante es que me quitaron el plato antes de terminarlo…

La carne, bien, la verdad es que bien, cantidad correcta, servida al punto según el gusto del comensal, en una bandeja que se mantenía caliente por que debajo había unas brasas. Las patatas fritas ricas (sin ser caseras). Escogimos los dos lomo bajo, que se supone que es lo más jugoso del bicho en cuestión. Otra vez, por cierto, me quitaron la fuente, ¡con un montón de patatas por disfrutar!.

El vino casi fue lo mejor, un Puerta Vieja Reserva, vino de la casa (ahí es nada). Un Rioja de lo más apañado, y a un precio más que asequible. La carta de vinos es correcta, con algún que otro sartenazo, y poca variedad argentina, que tienen buen vino y no lo venden en este tipo de locales de forma incomprensible.

Como cosa a tener en cuenta, para pijos irremediables, tienen carta de aguas (escueta). Nosotros, agua normal de las de toda la vida, en plan Bezolla o alguna parecida.

Postre… no recuerdo, la verdad, creo que café con hielo sin más. Si hubo postre, no fue ninguna maravilla, me acordaría (más o menos).

Conclusión: he probado argentinos mejores, mucho mejores, y peores. Es uno medio, que pasa sin pena ni gloria, por un coste razonable en el centro de Madrid, con buena carne, pero sin excesos y con un servicio más bien deficiente.

 

Restaurante El callejón (Tres Cantos – Madrid)

Nombre: Restaurante El Callejón

Dirección: Avda. Viñuelas 26 – Posterior – 28760 – Tres Cantos (Madrid)

Teléfono +34 91 803 42 42       

Web: -

Día: 4 de Diciembre de 2008

Motivo: Reunión de Negocios.

Número de Personas: 5

Capacidad: 30 Personas

Servicio: 6,75, Comida: 6,50, Nota media: 6,625

Precio Total: Invitación

Comentario:

Bonito y pequeño restaurante en la localidad de Tres Cantos – Madrid, en esta ocasión no puedo ayudaros con el precio, ya que fui invitado, pero si deciros que al mirar los platos que íbamos a pedir los precios no resultaban excesivos.

Llegamos al restaurante un compañero de trabajo y uno de los clientes, mientras esperábamos nos sirvieron una caña, una cola y un agua además de un poco de jabalí con patatas para pasar el trago, estaba muy bueno para empezar.

El restaurante está atendido por una señora y un señor de una forma muy ágil y agradable, ellos mismos se encargan de servir las mesas y de hacer las recomendaciones…

Una vez llegaron las dos personas que faltaban nos pusimos a pedir, de entrantes, mollejas salteadas, calamares rellenos a la plancha y ensalada templada. Todo estaba muy bueno aunque un poco escaso, esto ultimo por ponerle alguna pega. Todos los entrantes fueron servidos, lo cual se agradece.

De segundos platos, tres de rape a la plancha y dos solomillos a la plancha con salsa…  yo puedo opinar del rape, unas cinco piezas pequeñas servidas con jugo de limón y vinagre de modena, muy bueno y jugoso, de los demás se escucharon buenas opiniones.

Del vino un rioja de la casa (Martínez la cuesta crianza 2005), nos bebimos dos botellas lo cual dio cuenta que no debía estar del todo malo, para engañar al cuerpo como siempre unas botellitas de agua. Cafés, y licores (mejor dicho copazo, por parte de uno de los clientes, yo sino hubiera tenido que subir para Santander conduciendo bien le hubiera acompañado).

Restaurante bien presentado y recomendable para repetir.

LA VACA ARGENTINA (Madrid)

Nombre: La Vaca Argentina - Restaurante

Dirección: Paseo de la Castellana nº 87 (Madrid)

Teléfono+34 915561143

Web: http://www.lavacaargentina.net/ 

Día: 27 de Noviembre de 2008

Motivo: Trabajo.

Número de Personas: 2

Capacidad: 60 Personas

Servicio: 7,35, Comida: 6,80, Nota media: 7,07

Precio Total: 58,65 € IVA INC. Precio por Persona: 29,32 € IVA INC

Comentario:

Después de una mañana dando tumbos por el centro de Madrid, de múltiples reuniones con clientes variopintos, toca la comilona con uno de ellos. Así que partimos en busca de un lugar digno y decente en la zona de Azca, lo cual no es evidente del todo, pese a ser la zona pija de la capital del imperio. Bueno, la verdad es que hay sitios muy dignos, pero eso si, a unos precios muy, ¡muy!, dignos también.

Olvidémonos de aparcar, sobre todo gratis…

Entramos en el sitio, de decoración moderna y funcional, todo diseño, hasta la alfombra de piel de vaca. La barra a la derecha, así como el acceso principal a la cocina. A la izquierda la recepcionista y los servicios, al final el comedor (bueno, los comedores).

Nos atienden rápido, enseguida estamos sentados y nos toman nota. Es evidente que es una zona de trajín, y que la gente que va a comer de forma habitual tiene problemas endémicos de tiempo. Tengo que decir que el servicio en general es eficiente, quizás un poco frío e impersonal, pero educado y discreto.

Nos tomamos una caña, a la que acompaña un aperitivo que consiste en unas tostas con algo indefinible, pero rico, y un caldito. Optamos por no tomar vino, aunque sea por que luego hay que trabajar. La lista es escueta, pero con vinos interesantes como el Arzuaga Cr. 2005.

Nos decantamos por una comida frugal, a saber, un foie de pato semicocido, con su correspondiente salsa de pasas y dos lomos altos con pimientos.

El foie es magistral, de los mejores que he comido en Madrid, pese a la compota, cosa que odio profundamente por que desvirtúa el sabor del elemento principal. Sirven dos bloques, con pan de molde tostado, presentación minimalista pero cuidada.

El lomo alto, que se puede pedir por peso (optamos por 200 gr.), se sirve en un plato caliente, y sólo puedo decir que hace honor a la fama de la carne argentina. Yo lo pedí poco hecho, y todo un gustazo, sólo falto la sal gorda, pero tampoco era imprescindible, la carne por si misma tenía “presencia de espíritu” suficiente. Los pimientos de piquillo, ricos, sabrosos a la plancha… sólo picó uno de toda la tanda.

Nada de postres, hay que cuidar la línea (curva).

Café y chupito de orujo blanco. El café estaba rico, se nota que cuidan ese detalle, incluso ofrecen simultáneamente azúcar y edulcorante.

Conclusión: si te gusta la carne es un sitio muy recomendable, especialmente si vas en metro (gracias a dios lo tiene al lado) y te puedes dar el homenaje. El problema será la factura, por que sin vino, sin postre, y con cantidades comedidas de materia comestible nos salió por 30 € por cabeza.

 

 

Restaurante ASQUAS (Tres Cantos - Madrid)

Nombre: Restaurante Asquas

Dirección: C/ Alba nº 1 - 28.760 - Tres Cantos (Madrid)

Telefono +34 918 045 861

Web: http://www.asquas.com

Día: 2 de Octubre de 2008

Motivo: Reunión.

Número de Personas: 4

Capacidad: 50 Personas

Servicio: 6,85, Comida: 6,35, Nota media: 6,60

Precio Total: 191,52 € IVA INC. Precio por Persona: 47,88 € IVA INC

Comentario:

Lo realmente bueno de ser comercial es que después de una reunión con cierta enjundia te puedes ir de comilona con los clientes y rellenar este blog… Evidentemente la reunión es un pretexto (espero que no lean esto ni los clientes ni el jefe).

 

Callejeando un poco se llega al local, que esta un pelín escondido, la verdad es que tienes que saber donde esta, por que es de fachada sumamente discreta, aunque coqueta y elegante. Aparcar es un acto heroico a según que horas llegues, aunque la gente que nos llevó al local nos indicó que se puede aparcar de forma poco ortodoxa justo delante.

 

Mención especial para el par de dos que nos llevó  a este sitio, otro día fuimos a otro, llamado “El Callejón” también en Tres Cantos, otro acierto, ¡me parece que tenemos una seria competencia gastronómica!.

 

Al tajo. El restaurante es de estética limpia, casi minimalista, colores neutros, con mucha luz por el enorme ventanal que tiene en la fachada, donde, además, esta un pequeño espacio para comer al aire libre si se prefiere. Los baños, evidentemente al fondo a la derecha, perfectos.

 

Empezamos con una cocacola Light de esas, agua, algo para picar mientras nos atienden, y una caña… que nunca llego, presiento que el camarero tenía memoria pez, un desliz sin importancia, y nota anecdótica, por que el servicio es fantástico. El bar lo lleva una pareja, él en la cocina, ella siempre con una sonrisa atiende al público.

 

Para beber escogemos un Solagüen Crianza de 2000, un rioja muy decente, que recibió la medalla de plata de los Premios Zarcillo en 2003 en Castilla León. Nos pulimos dos botellas, un buen promedio, sobre todo si después tienes que coger el coche… menos mal que estaba mi jefe.

 

Para compartir unos huevos estrellados con patatas (¡caseras!) y jamos ibérico, y unos rebozuelos de gambas y verduras… todo rico, cantidad un pelín justa para mi gusto, pero si pasar hambre.

 

Luego los principales, tres mantuvimos la gula a raya mediante un plato de pescado, a la sazón unos troncos de atún rojo, y uno sucumbió… fideos con bogavante.

 

El atún estaba en su punto (yo lo pedí poco hecho, y así me lo trajeron, y el detalle, el interior estaba caliente, cosa difícil si no se tiene cuidado), venía con dos salsas, una con base de tomate picadito, y la otra soja. La mezcla muy rica por que realzaba el sabor propio del pescado. La pena es que no tenía acompaño, pero la pieza era lo suficiente como saciarte (no llenarte) A mi me gusto mucho, y a los otros dos, por la cara que ponían y los comentarios, parece ser que también.

 

La cazuela de fideos con bogavante, en cuanto a cantidad tiene el mismo problema que los demás platos, pero el sabor es estupendo (lo se por el método de meter un trozo pan e introducirlo de forma poco elegante pero discreta).

 

Los postres, un fondant de esos de chocolate, relleno de crema de pistacho, con helado de frambuesa y chocolate, y helados varios, entre ellos uno curiosos de ¡cactus!. El fondat estaba de muerte, los helados lo normal, y el de cactus cachondo.

 

Café, y copas varias, un cubata de cocacola Light y un chupito de orujo.

 

Conclusión: elegante, practico, para comidas con clientes. Trato simpático, y cercano. Comida rica pero sin excesos (desde luego no es Potes, es evidente). ¡Aupa por los descubridores!