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Mi Capricho

Restaurante ASQUAS (Tres Cantos - Madrid)

Nombre: Restaurante Asquas

Dirección: C/ Alba nº 1 - 28.760 - Tres Cantos (Madrid)

Telefono +34 918 045 861

Web: http://www.asquas.com

Día: 2 de Octubre de 2008

Motivo: Reunión.

Número de Personas: 4

Capacidad: 50 Personas

Servicio: 6,85, Comida: 6,35, Nota media: 6,60

Precio Total: 191,52 € IVA INC. Precio por Persona: 47,88 € IVA INC

Comentario:

Lo realmente bueno de ser comercial es que después de una reunión con cierta enjundia te puedes ir de comilona con los clientes y rellenar este blog… Evidentemente la reunión es un pretexto (espero que no lean esto ni los clientes ni el jefe).

 

Callejeando un poco se llega al local, que esta un pelín escondido, la verdad es que tienes que saber donde esta, por que es de fachada sumamente discreta, aunque coqueta y elegante. Aparcar es un acto heroico a según que horas llegues, aunque la gente que nos llevó al local nos indicó que se puede aparcar de forma poco ortodoxa justo delante.

 

Mención especial para el par de dos que nos llevó  a este sitio, otro día fuimos a otro, llamado “El Callejón” también en Tres Cantos, otro acierto, ¡me parece que tenemos una seria competencia gastronómica!.

 

Al tajo. El restaurante es de estética limpia, casi minimalista, colores neutros, con mucha luz por el enorme ventanal que tiene en la fachada, donde, además, esta un pequeño espacio para comer al aire libre si se prefiere. Los baños, evidentemente al fondo a la derecha, perfectos.

 

Empezamos con una cocacola Light de esas, agua, algo para picar mientras nos atienden, y una caña… que nunca llego, presiento que el camarero tenía memoria pez, un desliz sin importancia, y nota anecdótica, por que el servicio es fantástico. El bar lo lleva una pareja, él en la cocina, ella siempre con una sonrisa atiende al público.

 

Para beber escogemos un Solagüen Crianza de 2000, un rioja muy decente, que recibió la medalla de plata de los Premios Zarcillo en 2003 en Castilla León. Nos pulimos dos botellas, un buen promedio, sobre todo si después tienes que coger el coche… menos mal que estaba mi jefe.

 

Para compartir unos huevos estrellados con patatas (¡caseras!) y jamos ibérico, y unos rebozuelos de gambas y verduras… todo rico, cantidad un pelín justa para mi gusto, pero si pasar hambre.

 

Luego los principales, tres mantuvimos la gula a raya mediante un plato de pescado, a la sazón unos troncos de atún rojo, y uno sucumbió… fideos con bogavante.

 

El atún estaba en su punto (yo lo pedí poco hecho, y así me lo trajeron, y el detalle, el interior estaba caliente, cosa difícil si no se tiene cuidado), venía con dos salsas, una con base de tomate picadito, y la otra soja. La mezcla muy rica por que realzaba el sabor propio del pescado. La pena es que no tenía acompaño, pero la pieza era lo suficiente como saciarte (no llenarte) A mi me gusto mucho, y a los otros dos, por la cara que ponían y los comentarios, parece ser que también.

 

La cazuela de fideos con bogavante, en cuanto a cantidad tiene el mismo problema que los demás platos, pero el sabor es estupendo (lo se por el método de meter un trozo pan e introducirlo de forma poco elegante pero discreta).

 

Los postres, un fondant de esos de chocolate, relleno de crema de pistacho, con helado de frambuesa y chocolate, y helados varios, entre ellos uno curiosos de ¡cactus!. El fondat estaba de muerte, los helados lo normal, y el de cactus cachondo.

 

Café, y copas varias, un cubata de cocacola Light y un chupito de orujo.

 

Conclusión: elegante, practico, para comidas con clientes. Trato simpático, y cercano. Comida rica pero sin excesos (desde luego no es Potes, es evidente). ¡Aupa por los descubridores!

1 comentario

Ibán -

totalmente de acuerdo con tus comentarios, he tenido la ocasión de visitar y degustar la gastronomia de este lugar. Tanto los precios como el servicio está muy en sintonío con lo que se paga en la factura. TOTALMENTE RECONDABLE.