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Mi Capricho

CASA LUCAS (Correpoco - Cantabria)

Nombre: Casa Lucas

Dirección: Ctra  - 39.514 Correpoco (Cantabria)

Teléfono: +34 942 706 092

Web: www.casalucas.com

Día: 18 de Enero de 2009

Motivo: Comida de amigos.

Número de Personas: 5

Capacidad: 120

Servicio: 7,75, Comida: 8,35, Nota media: 8,05

Precio Total: 148,85 € IVA INC Por Persona: 29,77 €

Comentario:

Domingo, día del Señor, día de recogimiento espiritual, día de recuperar las calorías perdidas durante lo que va de este frío invierno.

 

Así que vamos a Correpoco, nombre curioso para un pueblo, posiblemente por que después de las comilonas lo único que no puedas hacer es precisamente eso correr.

 

Local de los de toda la vida (fundado en 1957), Casa Lucas, en la carretera CA-817, fácil de encontrar, a la izquierda según subes, el problema, mayúsculo es aparcar, sobre todo si te toca un turno tardío de comida. Por cierto, en este punto de la crítica indico que es recomendable reservar.

 

El local tiene una terraza bien maja que da a la carretera, y este domingo que hacia resolillo estaba de lo más agradable… exceptuando para uno de los comensales que no disfruto de su mistela por que una abeja tuvo el detalle de emborracharse en la misma.

 

La entrada da a un bar rustico, típico de pueblo, con la barra como elemento central. Una cabeza de jabalí, con sus cuatro pezuñas sirven como elemento decorativo donde dejar la chupa en caso de necesidad. A la izquierda, una “tienda” donde venden pan, pasteles y similares, al frente los baños, limpios y correctos.

 

Hay tres comedores, todos con chimenea, lo que le da una cierta gracia y encanto. Nos toca en el del final, el de fumadores, montado en vez de en plan rustico en plan bodorrio, pero bien, esta cuidado.

 

El servicio es muy bueno, exceptuando el detalle de que no siempre controlan el tiempo, quizás por que son pocos para tanta gente. Eso si, amables, majetes y con cierto arte a la hora de servir.

 

Primero, tres de cocido montañés, una de entremeses, un caldo de carne. La cantidad de cocido no fue nada del otro mundo, pero estaba rico, un poco corto de verdura, un poco picante, pero con enjundia. Los entremeses tenían pinta de estar buenos, de hecho los espárragos eran de los “cojonudos”, la sopa según la comensal rica, con suficientes fideos.

 

Segundo, una de truchas con beicon, una de chuletillas de cordero, un entrecot, y dos de estofado de jabalí. Todos los platos contundentes, empecemos por las tres truchas, el único problema es que el beicon estaba en formato trozo en vez de loncha que hubiese sido lo ideal, la guarnición ensalada. Nuestro médico particular estaba un poco flojo, se dejo una de ellas en el plato. El entrecot digno de un ser adulto maduro de buen estómago, hecho (suficientemente hecho), según la especificación de la señorita que lo finiquito. Las chuletillas eran de cordero con guarnición de patatas y pimiento (lo único que quedó en el plato junto a los huesos sin roer) hechas como Dios manda. Los estofados, magníficos en cuanto a cantidad, textura y sabor, por lo menos a mi me lo pareció, muy tierno, jugoso y sabroso, las patatas fritas bañadas en la salsa.

Tercero, postre, nos dejamos llevar por el consejo del camarero, un surtido… con helado de higos, helado de yogurt, flan de café, tarta de queso, tarta de limón, tarta de pan, y torrija con orujo. La tarta de limón, la de queso y la de pan sublimes…

 

Cuarto, cafés, entre ellos el irlandés de Nacho, que comentó que los había probado sensiblemente mejores (¡tenía cuatro granos de café!), y una menta para las dos señoritas. No sabemos si las tazas eran demasiado grandes, o si había poca menta.

 

Antes de que se me olvidé, como preámbulo, paté de lechazo… curioso.

 

Conclusión: lugar muy recomendable, sobre todo si no te toca el último turno, eso si, no nos echaron, esperaron amablemente hasta que terminamos (tardamos dos horas en bajar todo eso). Comida de la de siempre en zona de montaña, calidad, cantidad decente para un adulto maduro, precio razonable… lo dicho recomendable y para llevar a los turistas y "destrozarlos" en una buena mesa.

1 comentario

Eduardo -

El otro dia os vi en la TV y me hizo ilusión, yo conoci a Lucas y su horno de leña, cuando era un pequeño bar en el 72 que estuve de Guardia Civil en Valle.Eran tiempos felices. Un afectuoso saludo