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Mi Capricho

ASUBIO (Santander)

Nombre: Restaurante Asubio

Dirección: Daoiz y Velarde, 2 - 39.003 Santander

Teléfono: +34 942 035 238

Web:

Día: 15 de julio de 2010

Motivo: Cena de amigotes.

Número de Personas: 4

Capacidad: 40

Servicio: 6,60 Comida: 7,45 Nota media: 7,025

Precio Total: 90,66 € IVA INC. Por Persona: 22,66 €

Comentario:

En pleno centro de Santander, en la zona de copas, el antiguo “de Bellota” digievoluciona a este garito, de los más interesantes que he probado en los últimos tiempos, sobre todo en el aspecto calidad-precio.

Reconozco que el amigo Javier Ga Somonte se cubrió de gloria ayer al promocionar este sitio. Al Cesar lo que es del Cesar.

Empezamos como siempre por el local. Ubicación para luego hacer el burro, estupenda, para aparcar un asco (hay aparcamientos cerca eso si). Estética, la misma que el anterior, poco ha cambiado. La verdad es que es atractivo si te gusta lo rústico, la madera y el ladrillo, íntimo por el color, la luz ambiental y las dimensiones. De hecho tan íntimo que toca respaldo con respaldo.

Esta dividido en dos plantas, la baja es el bar, donde se puede uno dar un homenaje gastronómico a base de pinchos y cazuelitas, en consonancia con lo que hay a su alrededor, calidad y buena presentación. En la misma planta, al fondo los servicios, limpios y correctos. La planta alta es el restaurante en si, de poca altura, yo casi me dejos los cuernos en la viga (y mido ná y menos), sillas modernas (de plástico duro), mesas de buen tamaño para 4, con un juego de cubertería aceptable. Yo, personalmente lo definiría como agradable… siempre y cuando no seas muy amplio, por que las sillas son para anoréxicos o asimilados.

El servicio, correcto, nada del otro mundo, tienen un toque profesional (aunque luego nos “echaron” de la mesa) que hace que puedas dedicarte a los platos en si. En nuestro caso, el chef, amiguete del Javi, nos atendió estupendamente, recomendándonos platos, vino… Por cierto, el muchacho en cuestión en Nacho Basurto, un fenómeno que tiene más premios que medallas en la solapa John Rambo, que gusta de hacer cocina vanguardista, pero que en este caso ha modernizado platos de la tierra hasta darles un toque hasta juvenil.

El vino, Coto de Hayas Crianza 2006 (luego el mismo pero Roble, por que ya no le quedaban existencias, un fallo bien resuelto). Vino de la D.O de Campo de Borja (Aragón) color rojo rubí intenso, con tonos violetas, intensidad alta, de aromas complejos donde se entremezclan las notas especiadas, tostados y torrefactos con las frutales, en boca tiene un ataque suave, amplio, armónico con el tanino bien ensamblado y amplio postgusto. Excepcional.

Pedimos algo para compartir, y luego un plato principal, eso después de escuchar atentamente a Nacho, que si fuese por él hubiésemos arrasado con la carta, ¡que forma de vender!.

Primero, una torta de queso fundido de la tierruca (según la carta "Torata de queso pasiego fundido, con naranja amarga y aceite de arbequina"), y una de mejillones en salsa. Los nombres de los platos al completo parecen una letanía digna de Ferrand Adriá. La tarta se presenta en un plato hondo, templadita, aromática, y ligeramente especiada. No dejamos ni la pulpa, que resulta que se come por que es natural y no se que hongo extraño le da el sabor particular… pues mira que es cierto y todo lo del hongo. Los mejillones en salsa, los típicos, nada complicados, pero sabrosos, y con una salsa contundente pero algo sosa, posiblemente para realzar el sabor propio de los moluscos. Para mi gusto (y visto como quedaron los platos) una elección acertada. Me quede con ganas de probar los huevos fritos con foi… los sirvieron en otra mesa y tenían un aspecto increíble.

Los segundos, un par pidió lomo de vaca, que es una pieza tierna cuando esta bien hecha, y se nota que el cocinero conoce el despiece, por que es mejor que el solomillo. Los otros dos nos decantamos por machote…

El machote viene servido en cazuela metálica baja (que ayuda a mantener la temperatura del pescado), con una cama de patata, pimiento y cebolla. La cantidad es buena para una cena, aunque para mi gusto el recipiente se queda un poco pequeño cuando te dedicas a “operar” al paciente. Estaba tierno, jugoso y de sabor pronunciado pero delicado, soso otra vez (por cierto) cosa que es solventable con un poco de sal si se quiere. La cama estupenda, es un acompañamiento estupendo.

El tozo de carne ("Lomo de vaca Pinta a la plancha con..."), por que sirvieron un bloque para los dos, tenía un aspecto muy bueno, con unas patatas fritas servidas a parte, siendo una ración contundente para una cena, tierna, se deshace al cortar, y como mandan los cánones, ¡poco hecha!

Nada de postres, aunque al leer la carta particular se ve que están trabajados (o por lo menos el nombre) y que son caseros, lo cual es un plus.

Para terminar, chupitos de orujo, el mejor digestivo. La marca no la recuerdo (los efectos perniciosos del alcohol) pero no era la típica, y se notaba una calidad superior a la media. Hemos de decir, que por necesidades de demanda, nos echaron de la mesa, con razonable arte, y sobornándonos con más orujo.

Conclusión: muy buena comida, servicio decente (como estábamos enchufados por Javi, con atención personalizada del chef), buen vino, local agradable (con unas sillas para anoréxicos) y un precio ajustado… muy recomendable, de lo mejor en calidad/precio que hay por hoy en Santander.

3 comentarios

teresa -

Por 3ª o 4ª vez he optado por comer el menu del día en este centrico restaurante de mi ciudad, como siempre excepcional, servicio y trato perfecto, calidad y precio acordes. Sin lugar a dudas mejor pagar un poquito más por el menú y pasar el resto del día con el estómago en su sitio. Sin lugar a dudas seguira siendo mi lugar para comer fuera de casa.

tomy34 -

Pinchos muy normalitos a 3,5 € no digo mas.

Francisco -

El teléfono no es correcto. La señora que me cogió el teléfono no parecía muy harta, pero todo es cuestión de tiempo. :-)

El teléfono bueno es 942 035 238, acabo de reservar en él.