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Mi Capricho

LA CACHARRA (El Astillero)

Nombre: Restaurante La Cacharra

Dirección: C/ San José, 41  -  39.610 El Astillero

Teléfono: +34 942 543 477

Web:

Día: 4 de Julio de 2010

Motivo: Comilona de amigos.

Número de Personas: 2

Capacidad: 40

Servicio: 7,20 Comida: 6,90 Nota media: 7,05

Precio Total: 70,40 € IVA INC Por Persona: 35,20 €

Comentario:

En jornada posterior a la victoria pírrica de España en el mundial, con la correspondiente juerga y borrachera asociadas, quedamos para comer unos cuantos, que al final quedamos en dos valientes que nos levantamos a horas razonables.

Esta vez, y lo hago público y notorio Ana me descubrió un restaurante… normalmente es al revés, cosa que no suele tener mayor trascendencia, y además acertó de pleno. Ya es la segunda mujer que lo hace después de Pizca. Tengo que ir a comer más a menudo con ellas.

El local esta en una de las calles principales del pueblo, cerca de dos estaciones de FEVE, con lo que uno se puede dar un homenaje en toda regla y no tener que volver pensando en picoletos y otros seres de semejante calaña (reconozco que los abnegados agentes de la benemérita me caen bien, pero lo de las multas y los puntos, pues como que no). Así que un punto a favor.

Entramos en el local, que básicamente es un cuadrado, separado en tres zonas, la entrada (un pasillo con los servicios a la izquierda), la barra/cocina, y el comedor en si. Y lo primero que llama la atención es lo bien cuidado que esta, lo segundo, la colección de botellas de vino bebibles y a disposición del cliente, que están en el armario refrigerado con mamparas de cristal, que cumple la función de separación entre la entrada y la sala comedor. Los baños a la izquierda, minimalistas (una baza para cada sexo, y una lavamanos minúsculo entre ambos cubículos) pero limpios. Al fondo la barra, que en vez de un mueble de madera, tiene un expositor, donde se ve la comida que te pueden dar y más botellas de vino, desde ahí se accede al comedor.

El comedor es pequeño, da a la cocina, que esta separada por otro expositor (con más comida), y al fondo tiene otro mueble refrigerado para una cantidad indecente de botellas de vino, quedando una decoración maja, eso si, los muebles parecen de IKEA, y las servilletas son de celulosa, lo que desviste un poco el estupendo conjunto. Otra cosa, las mesas están muy cercanas, por lo que no hay mucha intimidad.

El servicio estupendo, muy atentos, tanto en el momento de servirnos en la barra la caña y rueda estándar, como después en la mesa; se nota que les gusta lo que hacen y que miran por el cliente. Los tiempos de espera ajustados, y el servicio en si (quita y pon platos) correcto, no son como Nacho en su tiempo de extras en las bodas pero casi.

La idea original era un arroz con bogavante, desgraciadamente no lo sirven ya, excepto bajo pedido previo, así que “OOOOOOOOOOOHH!!!!!” tendremos que volver, que pena. Hay que señalar que el arroz caldoso con bogavante se les supone una especialidad.

Así que nos castigamos con el menú del domingo, más un par de detalles de “qualité”. El menú de serie, por cierto, por 15 € es una opción muy buena por su relación calidad/precio. De entrante, después de tardar un rato en leer la carta de entrantes, aperitivos, o similares, pedimos Foi micuit (con un 30% de hígado según el dueño/camareo), luego marmita de bonito y luego una de presa y una de secreto ibérico.

El foi estaba rico, no era de los mejores que he probado, pero por lo menos tenía sus betas de grasa amarillita y todo, lo cual es un detalle por que ves que no es el bloque conformado de los restos foi de la fábrica de turno. Estaba acompañado de una salsa de frambuesa, y un poco de reducción de Módena, lo cual para mis estándares puristas es un crimen.

La marmita, nos traen un caldero bien surtido, las patatas estaban en su punto justo de cocción, el atún desgraciadamente estaba un pelín pasado (pero muy poco, un par de minutos menos en la lumbre hubiese sido lo ideal) y un poco soso para mi gusto (lo cual no es un problema, para eso esta el salero). La verdad es que el sabor estaba muy conseguido, el maridaje entre los componentes del plato era muy bueno.

La presa (cacho de gorrino) hecha a la brasa (más bien a la plancha), estaba en su punto, jugosa y con el toque de sal perfecto, el acompaño (patatas caseras y pimiento verde) muy buenos. La cantidad ofrecida en el plato era suficiente para satisfacer a cualquier varón adulto, El secreto ibérico (cacho de gorrino que está detrás de la paletilla y dentro del tocino, con unas vetas de grasilla que le da ese sabor que le caracteriza) estaba en las mismas condiciones, estupendo.

Para bajarlo pedimos un Más de Leda, Crianza del 2004, consensuado con el dueño que nos hizo de “sommelier”, por que la carta de vinos es más larga que las piernas de algunas top-models de esas… Es un vino muy maduro (18 meses en la barrica) pero que es aconsejable terminar su maduración en botella. Fino en nariz, fruta sazonada, balsámicos, nota cremosa de la madera y lácteos, aromático; en boca: Sabroso, con cierta golosidad, equilibrado, taninos maduros, fresco, paso balsámico (eucalipto) y final con los aromas de la crianza, maderas por integrar. Por 18 €/botella, es un vino de Castilla y León de lo mejorcito.

Como postre una de leche frita, y una de queso fresco con mermelada de manzana. Los dos bloques de leche frita estaban correctos (no se salen) de textura un poco blanda para mi gusto y con demasiada canela. El queso estaba rico, y la compota acompaña muy bien redondeando el sabor del conjunto.

Para terminar café, nos traen un par de recipientes de cristal, uno con café de puchero y uno con leche.

Conclusión: Merece la pena ir, la relación calidad/precio es muy buena, aunque tienen un par de detalles que estropean el conjunto (cobrar el postre a parte, a 4 €/unidad), los sabores están conseguidos, la cantidad es suficiente y el servicio es muy bueno. También hay que hacer notar que la carta, en cuanto a  comida, esta enfocada más a picoteo, ojo con ello.

3 comentarios

NACHO -

ME RIO YO DE TODOS LOS QUE VAN DE CRITICUCHOS EN ESTE PAIS. UN TIO QUE SE PIDE UN CRIANZA PARA COMER UNA MARMITA ES PARA SACARLO A GORRAZOS .

coach stores -

Cuando usted puede sentir las cosas que quieren sentirse capaces de decir lo que sientes cuando este es un momento muy feliz.

Pizca -

Pues nada, espero que me lleves. Eso sí, llamada previa que quiero probar el arroz con bogavante ;)